D. Pablo Rivero



Pablo Rivero Sánchez - Perdido

(1901- 1936) 

BIOGRAFÍA

El tercer coadjutor de Villacañas es el siervo de Dios Pablo Rivero Sánchez-Perdido, que había nacido en Consuegra (Toledo) el 30 de junio de 1901. Tras realizar sus estudios en el seminario de San Ildefonso, fue ordenado el 11 de junio de 1927 por el obispo auxiliar de Toledo, Monseñor Rafael Balanzá y Navarro.

Sus primeros destinos fueron en la provincia de Guadalajara: como coadjutor en Horche y Yebes (1927) y luego de ecónomo de Fuentelaencina (1930). Desde allí regresa a la provincia de Toledo para ejercer como coadjutor de la parroquia de La Guardia (Toledo).

El 17 de mayo de 1933 una crónica de El Castellano nos habla de él, para narrarnos que más de 3.500 personas han asistido al traslado del Santo Niño a la iglesia parroquial con motivo de las «solemnes rogativas para impetrar el beneficio de la lluvia»… «en medio de un entusiasmo rayano en delirio, del público que no cesaba en sus cánticos populares salidos del corazón, llegó la comitiva a la iglesia parroquial, donde el señor cura, don Pablo Rivero, participando en alto grado de la emoción que flotaba en el ambiente, subió al púlpito, iniciando una plegaria que el pueblo entero de rodillas fue repitiendo y dirigiendo frases que, desligadas de galas oratorias y salidas espontáneamente del corazón, alcanzaron la suma elocuencia, que consiguió arrancar lágrimas a todos los presentes».

Permaneció junto al párroco de La Guardia (Toledo), don Ángel Sánchez-Perdido, hasta el 27 de noviembre de 1935, fecha en que este falleció en Consuegra.

Nombrado coadjutor de la parroquia de Villacañas (Toledo), con una población de más de ocho mil feligreses, se une a los sacerdotes que la atendían. Cuando en julio de 1936 estalle la Guerra Civil, don Pablo consigue reunirse con su familia en Consuegra, siendo detenidos con los demás sacerdotes y fusilado en la saca del 24 de septiembre.


J. López Teulón, La persecución religiosa en la Archidiócesis de Toledo 1936-1939. Tomo tercero